neurodiversidad

La normalidad está sobrevalorada

El concepto de neurodiversidad que hace referencia a las diferentes formas de procesamiento neurocognitivo que existen dentro de la población y considera todas estas diferencias a la hora de procesar y aprender del mundo como algo natural que forma parte de la propia diversidad humana.

La idea de que solo hay una única forma de funcionamiento neurocognitivo y que esta sea  la considerada como “lo normal” es irreal.

Debemos entender que existen muchas formas de procesar y entender el mundo que nos rodea y todas estas son variaciones y diferencias normales entre las personas.

La sociedad que tenemos actualmente por desgracia no está hecha para todo el mundo y existen barreras y limitaciones con las que las personas con neurodivergencia tienden a encontrarse todos los días.

Gran parte de estas barreras se deben a la falta de concienciación y al desconocimiento que existe sobre este término.

 

Poniéndonos en la piel de N., una persona con TEA

 

Procedemos a conocer brevemente la historia de N. Ella ha obtenido el diagnóstico de autismo y altas capacidades hace pocos meses cuando, a una edad ya adulta y por cuenta propia, decidió acudir a un centro en busca de respuestas a raíz de conocer y empezar a sentirse identificada con algunas vivencias de personas neurodivergentes.

El autismo es una neurodivergencia y además forma parte de un espectro muy amplio donde se pueden dar muchas manifestaciones distintas.

Lo curioso de su caso es que a lo largo de las diferentes etapas de su vida nunca nadie sospechó nada; cuando era pequeña en el ambiente del colegio siempre la consideraron como una niña tímida, buena, que vivía en su mundo y que siempre trataba de evitar el conflicto.

Ya desde esa edad tuvo problemas con algunas situaciones del colegio y era conocida como “la rara”, pero nadie se percató de lo que verdaderamente estaba ocurriendo.

Su caso podía pasar algo más desapercibido ya que en el ámbito educativo los objetivos académicos se iban alcanzando sin problemas y en casa se mostraba muy activa y habladora con sus temas de interés.

Durante la época de instituto se hicieron más evidentes aquellas cosas que la podían hacer diferente al resto a través de comentarios que sus compañeros y amigos le hacían, y pasó por una etapa de depresión y ansiedad que afectaron de forma evidente al rendimiento escolar.

En respuesta a estos comentarios, aprendió a esconder y no mostrar ciertas partes de ella que los demás le repetían una y otra vez que no hiciera.

Una de las cosas que más le comentaban era que dejara de realizar movimientos repetitivos y constantes como balancearse al estar de pie, mecerse al estar sentada o frotar las piernas o los brazos.

Estos movimientos que ella realiza de manera inconsciente eran movimientos para autorregularse, necesarios sobre todo a la hora de relajarse ante situaciones difíciles de gestionar o cuando está muy emocionada por algo.

A raíz de lo que le decían, tuvo que pasar a realizar movimientos más contenidos para evitar la confrontación con la gente, y esa contención se acabó manifestando en una tensión corporal constante al no poder realizar algo que para ella era un mecanismo natural para calmarse.

Un diagnóstico tardío de neurodiversidad puede conllevar problemas de ansiedad y estrés por las dificultades en la integración social

A nivel social ella tiene ciertas dificultades a la hora de comunicar y de interaccionar, le cuesta leer las situaciones en las que puedes hablar con una persona, desconoce las formas de empezar una conversación, algo que para los demás resulta sencillo como preguntar por la vida de esa persona para ella es algo realmente complicado.

Como es algo difícil de llevar a cabo, antes de enfrentarse a determinadas interacciones más complejas practica gestos y conversaciones una y otra vez en su cabeza a modo de ensayo.

Mirar directamente a los ojos le genera incomodidad y se tiene que forzar a ello. En lugar de los ojos ella se siente más cómoda mirando a cualquier otro punto de la cara o a las manos.

Le ocurre incluso con personas que ve en la tele, y tiende a fijarse en los fondos antes que en la cara de las personas. Las situaciones sociales pueden resultar un poco desconcertantes para ella y generar ansiedad ante una situación difícil de entender y manejar.

Le cuesta además entender algunas bromas, expresiones coloquiales o conversaciones banales como un simple saludo. Estas dificultades pueden hacer que la persona algunas veces tienda a reducir esta participación social si no se dan los medios adecuados; en su caso ella desarrolló ansiedad social.

Hay hipersensibilidad a ciertos estímulos, su cuerpo reacciona de forma exagerada ante determinados factores del exterior, como olores, texturas, luces, etc., entornos como los del instituto en los que hay mucho ruido y la iluminación es intensa le generaban ansiedad, dolor de cabeza e irritabilidad.

Ante estos entornos, sus medios para poder sobrellevar la situación son ponerse música para intentar distraerse, disociar, dibujar, escribir y tratar de ocupar la cabeza en otras cosas.

Pensemos en la cantidad de espacios que encontramos en el día a día con estas características y en las consecuencias negativas que pueden tener para estas personas; un ejemplo sería el instituto, como este entorno no la permitió poder estar atenta en clase, influyó de manera negativa en su aprendizaje académico.

Esta hipersensibilidad le ocurre también con ciertos sabores y olores fuertes, pudiendo llegar a tener mareos o vómitos si estos le disgustan. Sus preferencias por la comida se basan en los criterios de color y textura y siempre tienen que ser las mismas comidas pidiendo lo mismo en sitios específicos.

Estos son algunos ejemplos de alguna de sus vivencias, pero no hay que olvidar que cada persona es única y diferente, todos tenemos cosas que podemos aportar al mundo y dificultades que debemos superar.

Por ello es importante conocer, respetar y fomentar una sociedad en la que todo el mundo pueda vivir sin sentir que tiene que estar luchando todos los días por intentar encajar en unos estándares “normales”.

La diversidad existe y es algo muy beneficioso para todos, no es que la gente deba cambiar para encajar en el mundo actual, es que la sociedad debería aceptar a todos por igual.

A pesar de ser beneficioso, actualmente, tal y como hemos podido observar no es un camino sencillo, por lo que, es muy importante poder contar con un equipo de profesionales especializados en este ámbito para que te puedan acompañar en el proceso y en Centro Koru estaremos encantados de ayudarte.

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Paula Gutiérrez García

Paula Gutiérrez García

Soy logopeda especializada en atención temprana con un Máster en Terapia Miofuncional. Me gusta aprender a cada sitio que voy, me considero una persona muy curiosa que anda siempre en busca de nuevas ideas y retos nuevos algo que, por suerte, mi trabajo ofrece día tras día. Estoy siempre abierta a nuevas formaciones y nuevos aprendizajes que me permitan mejorar como profesional.  La creatividad me parece una gran aliada a la hora de llevar a cabo mi trabajo, me gusta idear actividades nuevas y divertidas para alcanzar los objetivos del tratamiento. En las sesiones me gusta que la gente se sienta cómoda y haya un ambiente de confianza, cercanía y seguridad. Creo que cada persona es un mundo, y por ello es indispensable trabajar y adaptar los tratamientos a los intereses y los gustos de cada uno, hay que ver y conocer a la persona más allá de un diagnóstico y siempre destacar y potenciar los puntos fuertes de cada persona.
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